Olvido
Algunos días evoco la presión incierta de un abrazo sobre mi cuerpo, cediendo lento a una pasión que parece que me consumió en sueños. Guardo imágenes muy vagas de un paseo nocturno por París, entre Londres y la Alameda; me parece que mis tacos resonaban sobre los adoquines y mis dedos se aferraban a una mano. A veces, desde mi ventana, veo a lo lejos la Iglesia de San Francisco y ansío saber si es cierta esta historia o si la inventé por aburrimiento.
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