Éste es un poema de Wislawa Szymborska, poeta polaca y Premio Nobel 1996. Lo subo porque es una de los textos más lindos que he leído en el último tiempo.
Morir, eso no se le hace a un gato.
Porque ¿qué hace un gato en un piso vacío?
Subirse por las paredes.
restregarse entre los muebles.
Nada aquí ha cambiado.
Pero nada es como antes.
Nada ha cambiado de sitio,
pero nada está en su sitio.
Y la luz sigue apagada al anochecer.
Se oyen pasos en la escalera,
pero no los esperados.
Una mano deja pescado en el plato,
y no es tampoco la de antes.
Algo no empieza
a la hora de siempre.
Algo no sucede
según lo establecido.
Alguien estaba aquí, estaba siempre,
y de repente desapareció,
y se empeña en no estar.
Se ha buscado ya en los armarios,
se han recorrido los estantes.
Se ha comprobado bajo la alfombra.
Incluso se ha roto la veda
de esparcir papeles.
¿Qué más se puede hacer?
Dormir y esperar.
¡Ay, cuando él regrese,
¡Ay cuando aparezca!
Se enterará que estas no son maneras
de tratar a un gato.
Iré hacia él,
como si no quisiera,
despacito, con las patas
muy ofendidas.
Y nada de saltos y maullidos.
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