viernes, 25 de febrero de 2011

Polemizaron en Viña un día


El lunes se dio el vamos a la versión 2011 del Festival de Viña del mar, el certamen musical que suple, de alguna forma, el carnaval que Chile no tiene.
Durante los días que dura este show, la frivolidad y las polémicas faranduleras se toman la agenda, dando un respiro a los medios, que deben adaptarse a la sequía noticiosa de fines de febrero.
Pero no siempre todo lo relacionado con el certamen ha dado para notas anecdóticas o controversias de cotillón, por lo que en la historia de Viña hay varios episodios en que la contingencia también estuvo presente en la Quinta.
1. Un amigo entre un millón de amigos. El lunes, Roberto Carlos se robó la película y las redes sociales, inaugurando la 52º versión del show. Además de destacar la vigencia de sus canciones y la pérdida de frondosidad de su pelo, muchos recordaron su presentación de 1975. "No puedo dejar de decir: muchas gracias señor Presidente. Muchas gracias señor Augusto Pinochet", dijo en la ocasión. Mientras que para algunos se trató de un gesto de buena educación, otros lo tomaron como un abierto homenaje al dictador. Antes del lunes, la última vez que el brasileño había venido a la Quinta fue en 1989. Según el mito popular, la visita se gestó para darle un gusto a Lucía Hiriart, la esposa del fallecido militar, antes de que el matrimonio dejara La Moneda.
2. El Puma ruge: febrero de 1988. a 8 meses del plebiscito, el festival era un respiro ante la efervescencia política de ese año. El Puma Rodríguez era uno de los platos fuertes de la jornada, por lo que el público reclamó para él el máximo galardón del certamen: La gaviota de oro. Ante la reticencia de la alcaldesa Eugenia Garrido, el venezolano se despachó una frase de insospechados alcances políticos: “A veces hay que escuchar la voz del pueblo”. Sin embargo, el Puma ha negado alguna intencionalidad tras la frase.
3.- ¿Libre, libre?: en febrero de 1974 se desarrolló en Viña el primer festival tras el golpe de estado y varias de las autoridades del régimen asistieron al certamen, comandadas por Augusto Pinochet. En la ocasión, el humorista Bigote Arrocet cantó Libre, de Nino Bravo, tributando el pronunciamiento. La canción encendió al público y así fue como el tongoyino se transformó en el primer artista en recibir la gaviota de plata sin participar en la competencia.
4.- El señor de los papelitos: Es poco probable que se acuerde de ellos, pero en 1988 el grupo estadounidense Mr Mister –cuyo mayor éxito fue Broken Wings- formó parte del programa de la Quinta. Su show podría haber sido una anécdota más de no ser porque el vocalista, Richard Page –que explicó que no sabía español- sacó un papel de su bolsillo y leyó: "Un saludo para los actores chilenos amenazados de muerte, los artistas del mundo estamos con ustedes". El episodio no fue transmitido por la TV, a diferencia de una segunda intervención de Page, quien volvió a leer otro mensaje: "No soy un político, soy un músico y los quiero mucho". Quien sí manejaba el castellano es la cantante Massiel, quien en 1984 incomodó a la alcaldesa Eugenia Garrido al emplazarla: "Señora alcaldesa, por qué no deja pasar a Patricio Manns que está al otro lado de la cordillera".
5.- Músicos, no impávidos: son dos de las bandas más importantes de la historia reciente de la música chilena y sus respectivos pasos por la Quinta no han estado exentos de polémica. En el caso de Los Prisioneros, en 2003, con formación original, el trío de San Miguel generó polémica con sus mensajes en contra de la iglesia, George W. Bush y la política local. El grupo llegó además, precedido de una polémica, pues Jorge González había dicho en Perú que le avergonzaba ser chileno. Casi una década antes, en 1996, Los Tres estaban en su mejor momento y vestidos de colegiales, le dedicaron “La primera vez” a “los que están ingresando a Punta Peuco... y a todo el resto que debería estar dentro también”. Curiosamente, en ese momento, la transmisión televisiva sufrió desperfectos técnicos.
6. El médium: Desde 1998, cuando Pinochet fue detenido en Londres, la imitación que
Juan Pablo “Palta” Meléndez hacía del militar era uno de los platos fuertes de su rutina. Por lo mismo, en la versión 2007 del festival, había gran expectación por la presentación del humorista y había dudas respecto a que si se atrevería a imitar al general a escasos dos meses de su muerte. Meléndez zafó de la situación magistralmente, preguntándole al monstruo si imitaba o no al fallecido dictador. El público, que aceptó el juego, cayó rendido a los pies del Palta cuando éste incluyó una imitación del ex presidente Salvador Allende. Un show a la altura de la política de los consensos.
7. “No se preocupe, se lo compro”: En 2008, Stefan Kramer se consolidó como uno de los comediantes más versátiles y talentosos del país con una batería de imitaciones. Una de las más recordadas fue la que efectuó del entonces precandidato y hoy Presidente, Sebastián Piñera. En la ocasión, hizo que el político se despachara frases para el bronce a través de sus labios: "Si no me da su voto, no se preocupe. Yo se lo compro". “Quiero el norte de Chile, porque el sur ya es mío”. “Dígame, señor mano de obra". “Soy de bracitos cortos, pero agarro harto". Después de esa presentación, Kramer ha seguido imitando a Piñera y tras su llegada a La Moneda, se dice que en palacio han visto con inquietud estas imitaciones.
8.- ¿Graciositos, los siñores?: En 1984 ocurrió uno de los episodios más controvertidos del festival. Insólitamente, la producción del certamen cortó al humorista Hermógenes Conache, debido a un chiste que sacó ronchas: un agente le pregunta a un tipo qué es lo que lleva y él responde “agua”. Después de golpearlo descubren que tiene una “bomba para sacar agua”. El tipo le responde: “es que si digo bomba... no alcanzo a decir agua”. Mejor suerte tuvo Manolo González, quien en 1978 imitó a Pinochet: "He llegado hasta Taltal...".

* Colaboración para El Vocero.cl

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