-Oirá frases como “institución republicana”, “tradición republicana” y “tradición
cívica” un promedio aproximado de 23 veces por hora. En regiones, sumará la
expresión “impecable desfile cívico militar” unas 6 veces cada 30 minutos.
-Su Excelencia tendrá un lapsus (aka piñericosas), lo que abarca desde el
estreno de un nuevo tic, un chiste fome y prepotente y “resucitar” países que
ya no existen, como Yugoslavia, Checoslovaquia. Entre las naciones que nos podrían
poner como meta para llegar al desarrollo, digamos de acá al 2014, se cuentan
la República Turca del Norte de Chipre, Kosovo, el Imperio Otomano, Prusia y Krakozhia.
-Alguien notara que falta algo en el hemiciclo, sin precisar qué. Al
terminar el discurso presidencial, en la TV recordarán que los senadores
Navarro y Frei cumplieron con su promesa de no asistir a la cuenta pública.
-La Concertación irá vestida de negro, con cartelitos y lienzos que
proclaman “La alegría ya viene, Contigo Bachelet”, para desagraviar a la ex mandataria
de tanto ataque injusto. Sin embargo, dirigentes del PPD y la DC terminan discutiendo
a gritos antes de entrar al Congreso, debido a diferencias valóricas en torno al sentido de la palabra “alegría”
en la citada frase y con diferencias electorales, respecto a someter o no a
Bachelet en las primarias.
-Los ministros Allamand, Golborne y Longueira irán con sus mejores pilchas,
sonreirán lo justo y necesario durante las cuñas –como estadistas, pero
cercanos- y besarán a cuanta vieja o cabro chico se ponga por delante. Eso sí,
negarán estarán en campaña y se enojarán si alguien osa a sugerir que se
comportan como candidatos.
-Seguramente, por ser Chile un país sísmico, temblará en algún lugar de
Chile. Si es grande y ocurre en Santiago o Valparaíso, habrá cobertura
especial, paralela a la transmisión desde el Congreso y la Onemi evacuará, por
si las moscas. El bajo pueblo se reirá con el episodio, asegurando que
demuestra que su SE es tan yeta como Arjona o más.
-Si es fuerte, pero en regiones y lejos de la costa, solo dará para mención
en medio de la cobertura especial. En provincia, reclamarán contra el
centralismo y dirán que ni Santiago ni Valparaíso es Chile.
-Si el movimiento telúrico se percibe en Santiago y Valparaíso, a la hora
de la cuenta pública, al día siguiente, los “expertos” de Cuec Alert harán una
ronda por los matinales de la TV. Salfate declarará que “todo calza, pollo”. Por cada vez que se atribuye la predicción de un sismo, por pichiruchi que sea, se arruina un sismógrafo.
-Lun se la jugará por apoyar la ley de cuotas y elaborará un ranking de las
parlamentarias más minas del Congreso durante la cuenta pública. Serán
destacadas la senadora Rincón, por sus piernas, la ministra Matthei, por sus
piernas, la diputada Goic por sus piernas, la diputada Cristi, por verse regia
a su edad, la senadora Pérez, por progre y regia, y la ministra Schmidth, por
progre y regia.
-Durante su discurso presidencial, el jefe de Estado hablará de sus
esfuerzos por convertir, con la ayuda del Señor, un país fértil, fecundo y
productivo, donde triunfen los emprendendores y los hijos de la clase media, en
especial los hijos de los funcionarios públicos. Mencionará de pasada lo de la
reconstrucción y el resto del tiempo hablará de todos los esfuerzos de su
gobierno por rescatar a los 33 de Atacama, de cuando recibió la camiseta del
Bayern Munich a manos de la Bachelé alemana y sacará –sí, otra vez-, el
papelito de los mineros.
-El resto de la cuenta pública será vía power point.
-A través de Twitter, Marcelo Brunet y Pablo Matamoros declararán que es el
mejor discurso de los últimos 200 años en Chile. El (la) CM de Gobierno de
Chile celebrarán que lograron varios TT, aun cuando éstos sean del tipo
#cállatewnoh, #piñerayeta #piñericosa #tusunami y así.
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