Pucha que debe ser difícil para
Debe haber sido bien duro, en verdad. Y fue tan valiente ese día. Yo casi ni me acuerdo, salvo que ella se las arregló para no ser un problema. Mientras hablábamos de trámites ante
Los días siguientes, el velorio y el funeral, siguió con la misma consigna: pasar desapercibida. Tal vez necesitó un abrazo y no se lo dimos, quizás no vimos que se estaba quedando sin mamá justo cuando se tienen muchas dudas y ninguna certeza.
Ya van cuatro años y no sé. A veces tengo la sensación de que me la he pasado mirándome el ombligo y que casi ni la he visto como ha ido creciendo. Quizás le he exigido mucho, sin considerar que es falible como toda adolescente. Tal vez se las ha tenido que arreglar demasiadas veces sola, porque no tiene mamá.
Me hubiera gustado ser una presencia más sólida para ella, pero al final, soy lo que hay, no más.
1 comentario:
Los niños no dejan de sorprender con su madurez en todo tipo de momentos. Sus reacciones nos dejan perplejos, y se van guardando estas cosas en el corazón y en el espíritu. Qué bueno que puedan salir juntas adelante. Qué bueno que volviste a escribir "en público".
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