viernes, 21 de enero de 2011

Carta abierta: Laurence Golborne


San

Candidato

El hombre de las causas perdidas

Querido Lolo

Ministro:


Antes, que nada, Laurence, permítame llamarlo Lorenzo.

Laurence, Lorenzo, es tan difícil que aun ahora, cuando usted es la esperanza de la nueva derecha, todavía hay gente que se confunde al escribir su nombre. No olvide que aunque cariñoso, gran parte del electorado no es muy amigo de la ortografía, la sintaxis y la gramática, así como todas esas vainas que quedaron fuera de los grupo Tantauco.

De hecho, tiene un ejemplo cercano en su jefe (o la hija de su jefe, @malena; depende de quién tenga la Black Berry), que ha tuiteado sobre gabiotas y galacteas.

Así que mejor no enredemos más al chileno medio.

Además, Lorenzo, ministro, le viene como anillo al dedo, teniendo a la vista que se lo considera el artífice del milagro que permitió rescatar a los 33 de Atacama. Con esto se hace una conexión directa con el santo patrono de los mineros, del que usted sería un honroso tocayo.

Y es que no cualquiera es capaz de generar una crisis (avalando con su voto a favor, como director de la ENAP, el alza del gas) y luego, desactivarla, quedar como el héroe de la situación y comprobar que no sólo es una cara bonita (¿lo es?), sino que también tiene habilidades política y carisma, como tanto le gusta destacar a sus devotos admiradores.

Veo, Lolo (¿lo puedo llamar así, cierto?), que me estoy yendo por las ramas. Vamos al grano: usted ya está en carrera por La Moneda y con total desinterés, quisiera compartirle algunas consideraciones que, a mi juicio, debería tener en cuenta en este sinuoso, espinudo y complicado camino.

No sé que impresión tiene, pero si yo fuera usted, me cuidaría de R. Hinzpeter. Mala jugada lo de avisarle a los magallánicos que aplicaría la ley de seguridad interior, horas antes de que viajara para allá. Usted vio como la gente se le aleonó allá y no lo dejaba salir de la Radio Polar, sin que ni siquiera su popularidad fuera suficiente para protegerlo de los insultos. ¿Cómo que su colega se lo quiso cagar, no?

El hombre es el delfín de su jefe y, para mí, los dos le van a sacar el jugo a su capitals político y a la hora de los quiubos, le van a hacer la cama. Créame: no le van a perdonar que no haya salido a pegotear carteles, a los puerta a puerta, que no se haya mamado horas y horas de comisiones políticas, consejos nacionales y los actos lateros de la campaña.

Ésa cuenta se la van a cobrar en algún momento, Lolo.

Por lo mismo, revise concienzudamente su oficina, no vayan a haber micrófonos escondidos. No me diga que no se acuerda de la Radio Kioto. Si no, invite a Evelyn a tomarse una cosita y cuando estén en confianza, dígale que le cuente.

No se le vaya a ocurrir adherir al Tea Party de su sector. Yo sé que usted no es político (siiií, claaaaaro) y que quizás esos enredos entre liberales (jaja), progresistas (jajajajaja) y conservadores (uy) lo confundan. Así como la apuesta de la nueva derecha es el nicho de Hinzpeter, si usted quiere cautivar a la gallada menos ideologizada, no se meta en esas vainas. Además, en algún momento, C. Larraín le va a sacar en cara de que es agnóstico.

Con los de la UDI, de lejitos, mejor. Igual, ahora lo pololean para evitar que RN se acabrone de nuevo con la candidatura presidencial del sector. Pero ojo, acuérdese que a ellos les gustan los gremialistas de ADN gremialista (recuerde todo lo que hincharon a la Ena y Larroulet por no ser udis históricos). Por otro lado, si llegara a perder, le harían el mismo bullying que le hicieron al pobre Joaco cuando perdió en 2005.

Además, si le llegara a hablar Jaime Guzmán o se le apareciera, ¿usted resistiría? ¿Se imagina qué susto?

Otro consejo es no olvidar que queda harto para el 2013 y que la gente, el chileno medio, tiene mala memoria. El consejo es no dormirse en los laureles (que no es el árbol sagrado de los mapuches, aunque lo diga su jefe).

Debería buscarse una causa noble, que impacte en el corazón de la gente. Por ejemplo, podría adoptar al pobre de Edmundo Varas. Ése chiquillo pide a gritos una figura paterna, que por un lado lo enderece y que por el otro, ponga la mano suave que acoge. Sugiérase como padrino de su hija. O por último, enséñele a escribir, pues.

Ahora, si lo que quiere es hacerla de oro, convenza a (san) M. Bielsa para que siga al frente de la selección. ¿Dígame si no sería bonita la foto del trasandino, sonriente, dándole la mano amistosamente a usted, mientras es ovacionado por todos los crack del seleccionado nacional?

Eso sí, no se me entusiasme mucho, mire que si se le ocurre hacerle gancho al DT con la Michelle y la parejita se nos casa, olvídese de ser Jefe de Estado. ¿No ve que somos un pueblo de guachos buscando un papi y una mami? Si esos dos estuvieran juntos, los llevaríamos en andas a La Moneda. Y a usted, apenas le daríamos las gracias.

Lo sé, Lolo.

De nada, cuando se le ofrezca y yo tenga tiempo.

No hay comentarios: