Designadora:
Le cuento que tuve mis
dudas cuando salió en esa revista de papel couché, vestida como con látex, aka
Ena la Rebelde. Como
que me hizo ruido verla cargada para el látex, como sensualota, cuando hasta ese momento la consideraba
un ejemplo de virtud. De hecho, hasta me incomodé cuando supe que desde esa
causa noble –pero chabacana- de la
Teletón la estaban considerando como vedette designada. Que
no haya respeto por nada.
Pero desde que
ingresó al Senado, por la gracia de Dios y tras haber hecho una impecable pega
en La Moneda –aunque
nunca falten los envidiosos que la molesten-, he retomado la confianza. Usted
ha demostrado esa garra prusiana que le intuíamos desde las vocerías en el
Patio de Los Naranjos, oponiéndose valientemente a esos tiranuelos de los estudiantes,
que no respetan el orden natural de las cosas y las leyes y piden imposibles
para un país como el nuestro.
¡Qué lindo es verla
como la principal defensora de esos humildes emprendedores que buscan ganarse
su sustento en el ámbito educacional, de la misma manera que los obreros se
esfuerzan a diario por ganar el mínimo!
Y cómo no los va a
entender, si usted conoce las historias de emprendimiento de cerca, a través de
su padre, don Erik, un empresario agrícola de esfuerzo, que ha sido perseguido
por los suspicaces de siempre, por el solo pecado de ser un hombre hábil con
los negocios.
Pero más allá de
las historias familiares, déjeme decirle, Ena, que ayer usted despejó todas mis
dudas, oponiéndose a esa ley del diablo, que pretende establecer que todos –rubios,
morenitos, peliteñidos, héteros, gays, almas de bien, herejes- somos iguales. ¿Quién
más que usted para hacernos ver que eso de la igualdad es una falacia, algo
para esconder que en realidad hay gente que obedece y otra que manda? ¿Quién más
que usted para mostrarnos que a veces se puede llegar al Parlamento sin
necesidad de pasar por la lata esa de las elecciones, el besuqueo con cabros
chicos revoltosos y los electores pedigüeños?
Yo sé que usted
puso todo su empeño ayer, pero no podemos olvidar que, de seguro, el triunfo de
esos sacrílegos y meretrices de Belcebú fue gracias al gobierno anterior, que
abrió las puertas.
Pero no se me
preocupe, mi querida, que algún día, la patria reconocerá lo que hace por
nosotros: representarnos cabalmente en el Congreso.
Atentamente.
PS: Igual le quedó
bonito este video de campaña en la
Araucanía, pero yo le hubiera metido algo relacionado con “Juanito
y los frijoles mágicos”, no ve que a la gallada le gusta eso de la familia...
3 comentarios:
Excelente comentario...
Yo tambien pensaba que era un ejemplo de virtud..
y mi asombro fue gigantesco despues al verla sentada en el Congreso...
Y es mas, recuerdo que desde la plataforma de TVN atcaba a los operadores politicos, a los designados de la concertacion, a las sillas musicales, ,etc, etc...
se acuerdan?
como si fuera
un ejemplo de la virtud en persona..
esta todo dicho respecto de esta persona de nombre ena...
no le cree nadie...
impresionante , cierto?
gracias !!!
unas palabras mas..
usted escibio "morire pobre"..
yo no creo eso...sabes porque?
porque la vida da sorpresas...
solo baste ver lo que sucedio con Berlusconi...
para aquellos que la vida les da las cosas gratis, la vida no tiene perdon, es implacable , no importando si tienes dinero o no, tarde o temprano, les cobra todo..
para aquellos que la vida es insufrible, la vida en algun momento da un consuelo, y otorga la gracia de la felicidad y la tranquilidad de poseer un alma noble...
Mucha Suerte...!!!!!!!
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